Razas de gatos

Gatos de terapia: Razas entrenadas para tu bienestar

Los gatos son beneficiosos para los humanos desde una perspectiva de salud física y mental. Debido a su capacidad para calmarnos, reducir nuestros niveles de estrés y ofrecer compañía, son excelentes animales de terapia para una amplia variedad de usos y pacientes.

gatos de terapia
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Los gatos de terapia se refiere a gatos domésticos que por su temperamento han sido entrenados en el campo de la terapia con mascotas. Si bien no es exclusivo de una raza determinada, algunas razas de gatos presentan rasgos favorecedores en su carácter, como el Ragadoll, el Persa o el Maine Coon.

Son relativamente nuevos en el campo terapéutico a pesar de que estas mascotas han ayudado a sus dueños a superar problemas como la tristeza, la ansiedad o la depresión durante siglos. 

Acariciar a un gato estimula la liberación de serotonina y dopamina, dos neurotransmisores que favorecen la relajación a nivel cerebral. Además, el contacto directo con estos animales aumenta la producción de oxitocina, la hormona del amor y la seguridad. Y su ronroneo también es relajante. 

Algunos gatos están especialmente entrenados para convertirse en gatos de terapia.

¿Qué son los gatos de terapia?

Los gatos de terapia se refiere una terapia asistida por animales donde el gato es nuestro terapeuta. Esto incluye disfrutar de la compañía de tu gato para generar endorfinas y controlar el estrés, si bien en este caso de «uso particular» nos estaremos refiriendo más a un gato de apoyo emocional.

Lso gatos de terapia son animales entrenados para brindar alegría y consuelo a quienes lo necesitan. Visitan hogares de adultos mayores, hospitales y centros de rehabilitación, entre otros, aportando beneficios físicos, psicológicos y mentales.

Aunque tradicionalmente son más conocidos los perros de terapia, se ha demostrado que la terapia con gatos ayuda en una variedad de situaciones, como la recuperación de un accidente cardiovascular, estrés postraumático, o para tratar a niños con problemas de audición o del habla, niños con autismo (vídeo de Iris Grace y su gato Thula), y pacientes que están hospitalizados.

Los gatos son animales cariñosos y afectuosos, aunque tienen fama de ser reservados y testarudos. Cada gato es diferente, pero para los amantes de los gatos en particular, amamos y celebramos sus personalidades y peculiaridades únicas.

Su capacidad para reducir el estrés, brindar compañía, sanar con ronroneos y servir como animales de terapia los convierte en defensores ideales de la salud mental.

Duke, gato de terapia en el hospital

Por qué un gato es una buena mascota de terapia

Acariciar a un gato es terapéutico tanto para el gato como para las personas a las que ayuda. Acariciarlo, aunque sea por unos minutos, desencadena la liberación de sustancias químicas que te hacen sentir bien y reduce la hormona del estrés y el cortisol.

Escuchar el ronroneo de un gato también puede ser relajante. Ronronea por muchas razones, pero los humanos a menudo lo asociamos con la alegría felina, lo que aumenta nuestra sensación de bienestar.

Los gatos no solo hacen su aporte en relación a enfermedades cardiovasculares, sino que también reducen la presión arterial y regulan los niveles de ansiedad causados por la soledad.

Mejores razas de gatos de terapia

Aunque no hay definida una raza en especial para esta tarea y, en principio, cualquier gato podría serlo, estas son las mejores razas para ser entrenadas como gatos de terapia:

  • Ragdoll
  • Maine Coon
  • Bobtail
  • Persa
  • Azul Ruso
  • Siamés
  • American Shorthair
  • Manx

Ragdoll, una muñeca de trapo relajante

Ragdoll es una palabra inglesa que se traduce como «muñeca de trapo», y reciben su nombre de lo relajados que llegan a estar en los brazos de una persona o acurrucados en el sofá. Se mantienen tranquilos y parecen muñecos.

Por lo general, se vinculan estrechamente con sus dueños porque son muy confiados y tienen poco instinto de defensa. Su naturaleza gentil los convierte en una excelente opción como animales de apoyo emocional.

Maine Coon, un gato de terapia muy social

El Maine Coon es un gato musculoso con huesos fuertes. A pesar de su tamaño, el temperamento de estos gatos robustos es dulce, y debido a su naturaleza gentil y personalidad afable, son buenos gatos de terapia. Se les conoce como «lap cats«, gatos falderos 🙂

Ama mucho a sus dueños y puede adaptarse a cualquier entorno siempre que tenga espacio para moverse. Son un consuelo para mantenerlos cerca, lo que los hace ideales para el apoyo emocional.

Para las personas que sufren de ansiedad social, los gatos Maine Coon son excelentes compañeros. Les gusta socializar y se vinculan rápidamente con extraños, lo que puede ayudarlo a interactuar con los demás. 

Iris Grace con su gato de terapia Maine Coon. Fuente: Bored Panda

Bobtail, la terapia del ronroneo musical

El gato Bobtail Japonés además de su adorable cola de pompón, también es conocido por su dulzura y simpatía. Con un corazón bondadoso y una naturaleza amistosa, esta mascota es perfecta para personas que buscan un compañero las 24 horas del día.

Es utilizado por profesionales de la psicología como gato de terapia. Debido a que son compañeros muy cariñosos, algunos tratamientos aprovechan el amor de esta mascota.

Es muy comunicativo y, en comparación con el promedio de otras razas de gatos, cuenta con un gran repertorio de vocalizaciones que hace que sus maullidos constantes parezcan canto

Persa, el gato de terapia más tranquilo

El gato persa tiene un tamaño de mediano a grande y su contextura es robusta. Sus extremidades son cortas y gruesas, y un pelo largo y liso.

Los gatos persas son las mascotas perfectas para el apoyo emocional debido a su naturaleza muy afectuosa. No solo son una de las razas felinas más icónicas, sino que también son tranquilos y silenciosos, y dado que no se involucran en actividades extenuantes o intensas, prefieren ser mimados.

Acariciar su pelaje largo y lujoso puede tener un efecto calmante en las personas. Otra virtud es su gran tolerancia a los extraños.

Gato Azul Ruso, perfecto para el apoyo emocional

El gato Azul Ruso parece más grande de lo que es debido a su doble capa extremadamente densa y suave. Es un gato leal y de baja estatura que seguirá a su dueño a todas partes. Aunque tiende a encariñarse a un dueño en particular, muestra afecto y exigencias hacia toda su familia.

Es un gato perfecto para personas introvertidas. Los gatos azules rusos son mascotas tranquilas, tímidas e inteligentes que también pueden ser bastante juguetonas. 

Siamés, el gato de terapia más conversador

Esta raza de gato es muy activa, le gusta hacer ejercicio y además es muy inteligente. El gato siames se porta bien, son cariñosos y aventureros, lo que los convierte en mascotas ideales para la familia. Además, disfrutan de participar en actividades sociales.

Además del patrón colorpoint de su pelaje, una de las características más sobresalientes de esto gatos de terapia, es el color azul intenso de sus ojos. Y también sus voces inusuales. los gatos siameses tienen voces únicas. Son conversadores y leales a los que les gusta conversar con sus compañeros humanos

American Shorthair, un compañero terapéutico

El American Shorthair tiene un pelaje espeso y denso. Es un gato de compañía muy dulce y de temperamento obediente. Es un gato de terapia cariñoso que se unirá a todos los miembros de la familia. Son buenos compañeros para los que viven solos.

Se adaptan con facilidad a nuevos entornos. Les encanta jugar con rompecabezas, juguetes y juegos que requieren cierto nivel de capacidad intelectual. Estas cualidades hacen del gato Americano de pelo corto uno de los mejores gatos de terapia y de apoyo emocional que existen en la actualidad.

Gato Manx, terapia de mimos y abrazos

El gato Manx es originario de las Islas Británicas. Le encanta jugar, divertirse y recibir mucho amor, tanto como le encanta retribuir. Pero cabe mencionar que suele haber una persona «favorita» en la familia.

La cola es el rasgo físico más sobresaliente del Manx, ya que puede no tener o tenerla muy corta.

Se caracteriza por tener un carácter afable y ser muy cariñoso con su familia humana, por lo que disfruta los ratos de mimos y caricias. Suele generar lazos muy fuertes con sus dueños 

Otras razas de gatos de terapia

Además de las razas mencionadas, otras que pueden ser buenos gatos de terapia son:

  • Chartreux. Te seguirán y se asegurarán de que estés bien, pero no serán muy demostrativos, ni tolerarán apretones ni querrán sentarse en tu regazo. A veces, solo necesitas su presencia tranquilizadora.
  • Devon Rex. Se llevan bien con todos y tienen una manera de sacar a la gente de sus caparazones. Una persona con dificultad para relacionarse, puede conectar con un Devon Rex.
  • Abisinio. Funcionan mejor como mascota de terapia personal. Te seguirán y se asegurarán de que estés bien.
  • Bengalí. Son muy entrenables y están felices de acompañarte donde quiera que vayas. No son excesivamente tiernos, pero son dulces, amables y simpáticos. 
  • Birmano. Adoran estar rodeados de gente y son muy adaptables a la mayoría de los entornos.
  • Persa himalayo. Una vez que se familiarice contigo, será el gato más leal y cariñoso que hayas conocido.

Beneficios de los gatos de terapia

Entre los beneficios físicos y psicológicos que encontramos en el tratamiento con gatos de terapia, destacamos:

  • Reduce el estrés y ayuda con la depresión.
  • Disminuye la presión arterial y mejora la circulación sanguínea.
  • Ayuda a superar diversas fobias.
  • Aumenta la motivación y las ilusiones.
  • Permiten que las personas encerradas en sí mismas confíen en los demás y ayuda a que se comuniquen con su entorno.
  • Mejora la concentración.
  • Ofrecen la compañía más divertida.

Acariciar o jugar con un gato puede ayudarte a relajarte y disfrutar del momento. Su compañía mejora los niveles de ansiedad y ofrece una experiencia emocional y participativa. Además, sus sonidos de ronroneo vibran, lo que tiene un efecto muy relajante.

Los gatos de terapia son tan buenos para lograr objetivos como los perros. Muchas personas prefieren la compañía de los gatos. Poder brindarles a estas personas la tranquilidad de pasar tiempo de calidad con su animal favorito es una ventaja adicional para garantizar una intervención exitosa.


¿Cuál es la diferencia entre un gato de terapia y un gato de apoyo emocional?

Las diferencias entre un animal de terapia y un animal de apoyo emocional (ESA) son el entrenamiento y a quién ayuda la mascota. Un gato de terapia está entrenado para visitar lugares públicos para ayudar a una variedad de personas; mientras que un gato de apoyo emocional normalmente beneficia solo a su dueño.

¿Qué necesita un gato para convertirse en un gato de terapia?

Un futuro gato de terapia debe tener las siguientes cualidades: haber sido entrenado en casa, edad de al menos un año, pasear con arnés, habilidades básicas de obediencia, interactuar con extraños y permanecer en sus regazos.

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2 comentarios en «Gatos de terapia: Razas entrenadas para tu bienestar»

  1. Tengo depresión crónica, nunca pensé que una gatita me ayudará tanto como terapia, pienso que ella ha sido lo mejor que me ha pasado en mi vida, vino a mi en el momento que yo más la necesitaba, no puedo entender porque hay personas tan cruel para hacerle daño a los animales, Dios sabes porque creo a esto gatitos, ellos no hacen feliz.

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