La leishmania es un parásito que causa una enfermedad llamada leishmaniasis, una enfermedad grave que puede afectar a perros y otros mamíferos, incluidos los humanos. El parásito se transmite a los perros a través de un insecto (flebótomos).
Aunque existen tratamientos y vacunas, no tiene cura. La prevención y conocimiento de sus síntomas en el perro es la mejor manera de protegerle contra la leishmaniasis canina.
Índice
¿Qué es la leishmaniosis?
La leishmaniasis es una enfermedad parasitaria que se origina por un organismo unicelular conocido como Leishmania Infantum. Afecta principalmente a los perros, pero en los últimos años su incidencia se ha incrementado también en los gatos y, en menor medida, en los seres humanos. Es una enfermedad común de los climas cálidos y tropicales.

Existen dos tipos de leishmaniasis:
- cutánea, que genera síntomas físicos como engrosamiento de la piel y caída del pelo;
- visceral, que afecta el sistema interno y la salud general de las mascotas.
En el caso de los gatos también es posible diagnosticar leishmaniosis ocular, la cual afecta la salud y la apariencia de los ojos.
Causas de la leishmaniosis en perros
La leishmaniosis es causada por la picadura de un mosquito que pertenece al grupo de los flebotomos. Es un mosquito que vive y actúa en climas cálidos, ya que en épocas de frío suele mantenerse en forma de larva. Durante el día suele esconderse y solo tiene actividad durante las primeras y últimas horas del día. Es más común en zonas rurales o de abundante naturaleza.

El proceso de contagio comienza cuando el mosquito pica a un animal infectado y absorbe las leishmanias que están en su organismo. Estos parásitos comienzan a crecer y a reproducirse dentro del mosquito, y si el mosquito vuelve a picar a un perro, gato o humano que esté sano, inmediatamente lo contagiará.
Síntomas de la leishmaniasis en perros
Dependiendo del tipo de leishmaniasis canina de la que se trate, los síntomas serán a nivel interno o externo. Conoce los síntomas más comunes en perros:
- Falta de cicatrización en las heridas
- Caída del pelo en nariz, orejas y alrededor de los ojos
- Perdida de brillo y fuerza en el pelo
- Crecimiento excesivo de las uñas
- Decaimiento
- Hemorragias nasales
- Engrosamiento de la piel
- Pérdida de peso
- Dolores articulares
- Dificultad para caminar
- Conjuntivitis
- Insuficiencia renal, hepática o digestiva (cuando la enfermedad está avanzada)
Diagnóstico de la leishmaniosis en perros
Considerando la cantidad y diversidad de síntomas que se pueden presentar, es muy complejo diagnosticar la leishmaniosis en perros haciendo únicamente un examen físico. Si el veterinario identifica varios de los síntomas descritos tomará una muestra de sangre que cuantifique los anticuerpos desarrollados.

El examen de sangre detectará la infección solo si esta se encuentra en fase avanzada, es decir, si las leishmanias ya han crecido y se han reproducido. Otra forma de diagnóstico es a través de una muestra de médula ósea o de ganglios linfáticos.
Tratamiento de la leishmaniasis canina
La leishmaniasis canina es una enfermedad que no tiene cura, sin embargo, si se detecta a tiempo el perro podrá recibir tratamiento paliativo que atenúe los síntomas y alargue y mejore la calidad de vida.
De igual forma, es posible suministrar tratamiento para que el animal contagiado deje de ser un agente de contagio. Los medicamentos suministrados pueden ser vía oral o intravenosa y consisten en una combinación de fármacos que obstaculizan la reproducción del parasito dentro del organismo.
Es importante estar alertas a cualquier síntoma de los aquí descritos para que el perro o gato puedan recibir tratamiento a tiempo y evitar que la enfermedad llegue a su fase mortal.
Recuerda que aunque producida por un parásito, esta enfermedad canina no puede prevenirse ni tratarse con pastillas para desparasitar perros.
Prevención de la leishmaniosis canina
Las vacunas para perros existentes para prevenir esta dolencia no garantizan una protección total, aunque sí una efectividad bastante elevada. Reducen la probabilidad de que su perro desarrolle síntomas si se infecta, pero no previenen la infección en sí.
La mejor manera de prevenir la leishmaniosis es evitando que nuestro perro sea picado por un mosquito portador de los parásitos. Por ello, si vives en un clima cálido deberás evitar que tu perro duerma en el exterior y que salga a pasear en el amanecer o atardecer, ya que son las horas de mayor contagio. Utiliza mosquiteras en tu casa, provee a tu perro de un collar antiparasitario, y asegúrate de cumplir con todo el protocolo de vacunación y desparasitación.
Algunos perros pueden ser asintomáticos y convertirse en reservorios del parásito sin saberlo, por tanto, es necesario visitar periódicamente al veterinario y hacer los controles adecuados, especialmente cuando habitan zonas de alto contagio.
¿Puede infectarme mi perro la leishmaniosis?
No, no puede contraer la enfermedad directamente de su perro ya que se requiere la picadura de un mosquito para infectarse de leishmania.
¿Qué tipos de leishmania existen en España?
La leishmania cuenta con más de 20 especies diferentes. En España solamente existe la Leishmania Infantum.